Parecía una buena idea para cerrar la temporada: una prueba de la categoría de veteranos, en la estación catalana de La Molina. La invitación a participar llegó por parte de Luis Dabouza, presidente de la federación alavesa, y a Vicente, Jon Aspuru y a mi nos hizo gracia… después de todo, ¿qué podíamos perder?
Al final Jon no pudo ir, así que el viernes 3 de abril Vicente y yo nos embarcamos en una furgoneta que salía de Bilbao con otros dos corredores. Allí nos fuimos enterando un poco más: no se trataba de una prueba para veteranos. Era un campeonato en toda regla, organizado por la federación catalana y homologado por la Federación Internacional de Esquí, compuesto por un Gigante y un Eslálom de dos mangas cada uno. ¿Dónde nos estábamos metiendo?
Resulta que la federación catalana organiza la prueba como campeonato de Cataluña, y como se lleva bien con la federación vasca le permite utilizarla para su propio campeonato, con lo que se ahorran costes de alquiler de pista, cronometraje, etc. Además, al ser una prueba homologada por la FIS, está abierta a la participación de corredores de cualquier nacionalidad, con lo que acuden españoles, franceses, etc.
Lo cierto es que el sábado, ver salir a los primeros corredores del Gigante, los mejor clasificados, daba miedo. Vicente salió con el dorsal 111, y yo con el 116. Ambos llegamos abajo en buenas condiciones en las dos mangas y en cuanto a la clasificación bueno, para que alguien gane en una competición alguien tiene que perder… y supongo que ese fue nuestro trabajo, jeje. Hay que decir que éramos sin duda los más experimentados entre todos los competidores. Concretamente, teníamos casi treinta años más de experiencia que la mayoría de ellos!
El domingo era la prueba de eslálom. No recuerdo el dorsal de Vicente, pero el mío era el 120 y era el último en salir. Probablemente será por eso que saí con prisas a ver si alcanzaba a alguien, y me salté una puerta, por lo que fui descalificado. Vicente, que salió unos pocos puestos antes, se lo tomó con más calma y se clasificó entre los 85 primeros. Y en la segunda manga repitió la hazaña de llegar a meta entero. No se puede decir lo mismo de casi todos nuestros compañeros de la federación vasca, unos encantadores y fogosos chavales de veintipocos años que salieron como fieras… y se descalificaron todos menos dos! Así que nuestro presidente se clasificó en el tercer puesto absoluto de Eslálom de la Federación Vasca. No está mal para ser la primera competición que corría, ¿no?
En resumen, fue una experiencia un tanto extraña, pero muy divertida. No me llevé la cámara de fotos, pero si queréis podéis ver algunas fotos que hice con el teléfono (incluida la de Vicente en el pódium) en la siguiente dirección: http://picasaweb.google.com/elurtaldea/LaMolina#slideshow
Elur Taldea
El club de esquí de Amurrio y Ayala